Flores rojas/ Felicidad desbordada

...Del momento en el que se fundió mi cerebro y todo es hermoso aquí.

Cuando se detuvo el tiempo en mi jardín y sentada en el pasto fotografié las flores rojas que dieron el toque a mi tarde de domingo, y un día perfecto se abrió paso entre mis memorias para resanar los restos de cenizas que olvidaste en mi sentir ayer, cuando ansiosa extendí mi mano desbordante de moras hacia tí...     Esas moras que saboreaste poco a poco con la inocencia de un niño que duerme, esas moras de mí para tí, mi regalo a tu felicidad... Y entonces sé lo que sentiste cuando mi ser te inundó de las ganas que tengo de reanimarte, con la fuerza del viento para amarte.

...Y un torbellino de emociones placenteras recorrió mi espina dorsal.

Y ella se apareció. Mi hermana entró por la ventana de la visión para sacarme de mi estupor, y parar de escribir todas esas palabras que de alguna manera mi existir conjugaba para tomar el sentido de lo que mi felicidad enajenada te intentaba incoherentemente explicar.


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